BASTIÁN VERA: EL CANDIDATO MÁS JOVEN AL CONCEJO MUNICIPAL DE LA CALERA

Bastián Vera junto a su esposa, una mujer criada en el cristianismo.
Junto a su esposa aún no tienen hijos pues dentro de su estructuración, orden y carácter esperan alcanzar algunos objetivos antes de la llegada de sus retoños, para poder cumplir a cabalidad con la crianza.

Por: Elizabeth Vergara Carrasco.

Bastián Vera, a punto de cumplir 30 años, casado, deportista, dedicado a la atención de público en el sistema de salud; hace dos años se decidió por estudiar Derecho, mientras que este año inició su camino en la arena política.

Bastián Vera es un joven que posee excelentes características para ser un concejal de La Calera.

Un hombre joven, con la solidez de los valores cristianos, se dispuso iniciar una carrera de servidor público en el Partido Republicano, donde se funden sus valores propios con la colectividad. En ese sentido, por sus características los líderes lo eligieron para ser candidato a concejal.

Su tesón y persistencia, sus ganas de aprender, su espíritu solidario son algunas de las características que posee Bastián Vera y que destacan sus cercanos.

La positiva apreciación que tiene su jefa directa sobre su desempeño y trabajo, sobre su forma de asumir sus errores y cómo cada día busca mejorar, sin duda lo convierten en un excelente candidato al concejo de La Calera.

Un hijo que llena de satisfacciones a sus padres. Pues es preocupado por cada día estar al tanto de la salud y necesidades de sus progenitores.

A pesar que su infancia fue un poco compleja y difícil, hijo de un maestro de la construcción y una madre sordomuda, la vida le enseñó que cada quien puede ser arquitecto de su propio destino. Y aunque durante su adolescencia cuestionó su realidad, pues la inmadurez de aquella etapa no le permitía ver la totalidad de su camino; mas el tiempo le dio la sabiduría de la mano de la palabra de Dios.

Transformó las dificultades en un aliciente, pues fiel a la doctrina comprendió que el padre celestial no dejaría sufrir pruebas más duras de lo que podría soportar; así fue. 

Forjado en las complejidades familiares y poco comprensivas por la gente común, su ingreso a la iglesia cristiana es uno de los hitos más importante en su vida; transformó todas estas vicisitudes en mayor temple, fuerza de carácter, sabiduría, empatía y comprensión. Además, ahí fue donde conoció a su compañera de vida, una mujer criada en el cristianismo, quien es su motor para avanzar y alcanzar nuevas metas.

Un marido respetuoso, solidario, comprensivo, amoroso, apañador; de aquellos que poco se ven hoy en día. Aún no tienen hijos pues dentro de su estructuración, orden y carácter espera alcanzar algunos objetivos antes de la llegada de sus retoños, para poder cumplir a cabalidad con la crianza.

Hoy, su nuevo desafío es llegar al concejo municipal de La Calera para fiscalizar y asegurar que los recursos sean, realmente, destinados a las necesidades de todos los Caleranos.

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