Codelco, el sueldo de Chile, se pronuncia casi como un refrán de sabiduría popular y hay mucho de razón en ello, pues en el tamaño de nuestra economía la Corporación del Cobre (Codelco) no solo es la empresa chilena más grande, sino la más conocida internacionalmente y, sin duda, la que más aporta financieramente al Estado de Chile.
Durante muchos años, al cobre se le denomina el «sueldo de Chile» y hay buenas razones que lo explican.
Desde la nacionalización de la Gran Minería del Cobre, llevada a cabo a través de la ley 17.450 del 11 de julio de 1971, ley de votación unánime lograda durante el gobierno del presidente Salvador Allende, se aprobó la nacionalización de los yacimientos de la Gran Minería del Cobre.
Efectivamente, la citada ley modificó la Constitución Política de ese entonces, cuestión que consiguió que la empresa hasta el día de hoy sea propiedad del Estado de Chile en un 100%.
El «sueldo de Chile» no es un mero decir, pues solo el año 2023 (un año relativamente malo para la empresa, habida cuenta de contratos de largo plazo pactados a futuro y de la baja en la producción, motivada por la merma de la ley del mineral en sus yacimientos más grandes y, una desactualización comparada de su tecnología de extracción y refinamiento, según la prensa especializada del sector) aportó al fisco de Chile la cantidad de US 418.000.000 de excedentes (datos de Codelco) un Ebitda de US$ 1.143 millones en el primer trimestre de 2023 (acrónimo de los conceptos del Inglés Earnings Before Interest, Taxes, Depreciation, and Amortization, o sea: beneficios antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización).
Quitados los términos económicos, solo para iniciados, se concluye que – en palabras sencillas – en el Chile de hoy, Codelco es la empresa de mayor valor y la que más aporta a la economía del país.
No cabe ninguna duda del peso específico de la minera a nivel mundial, actor primerísimo en el rubro.
Lo que haga la empresa, sus ejecutivos (en breve, el Gobierno de Chile) para su potenciación, actualización de procesos extractivos (por ejemplo la transformación de Chuquicamata desde una mina a rajo abierto a una tunelada) refinación (mejoras en las fundiciones) y, eventualmente, la contribución de valor agregado (hoy día se exporta cátodos de cobre refinado, mayormente) es decir, productos elaborados de cobre con ventajas económicas para la exportación, se traduciría en mayores y mejores retornos a la economía de Chile, y se dispondría de valores extra para el erario nacional y su inversión social, recursos para la reingienería y capitalización de la empresa, etcétera.
Es importante estar atentos – en el extranjero hay empresas y gobiernos muy pendientes – a los pasos que Codelco está dando hoy día.
Para decir algo: Codelco, según Hecho Esencial informado ayer 23 de enero 2024, puso en la Bolsa de Nueva York una colocación de Bonos Internacionales (deuda) por un total de US 2.000 millones a doce años plazo.
La explicación del Ejecutivo de Codelco para la toma de la deuda se encuentra en la necesidad de financiar un plan de inversiones de largo plazo. Lo anterior irá miel sobre hojuelas siempre y cuando las inversiones sean las requeridas y en costes favorables para la empresa y se consigan los rindes financieros para el pago de la deuda y el logro de los objetivos operacionales y económicos prometidos.
Por otro lado, en otro Hecho Esencial de Codelco, de misma fecha del anterior, se comunica la celebración de un contrato con Lithium Power International (LPI) por la compra de las acciones del Salar de Maricunga Spa, en línea con la Estrategia Nacional del Litio anunciada por el presidente Gabriel Boric.
Cabe destacar que la venta de las acciones de Salar de Maricunga Spa mencionadas, debe ser aprobada por la Corte Federal de Australia, cuestión que está prevista para el 13 de febrero próximo. De este modo, de no mediar tropiezos, la transacción definitiva hacia Codelco se prevé para el 23 de febrero 2024.
Ojalá las decisiones emprendidas por la cuprífera nacional vayan por buen camino, esto es: Codelco se empodere tecnológica y productivamente, la apertura de la empresa hacia la variante litio rinda resultados favorables – según todos los augurios que así lo indican – se obtenga posicionamiento y liderazgo internacional, las ganancias sean bien invertidas y la cuprífera maximizada al litio avance con tranco firme, viento en popa en beneficio de todas y todos los chilenos.
A nadie le gusta que le bajen el sueldo.